domingo, 15 de junio de 2008

AMISTAD

Cada vez estoy más convencido, por todo lo que me ha tocado vivir, de que hay pocos aspectos de la vida tan hermosos e importantes como la amistad, aunque no la valoremos como se merece, aún más si es sincera, pura, desinteresada... Es, sin duda, la mano firme que te sujeta cuando vas a caer, la manta cálida que te abriga cuando sientes frío, la fuente de agua clara que sacia tu sed... es el amigo, la amiga, la persona que permanece incondicional a tu lado cuando peor te van las cosas, cuando menos te lo mereces... cuando más lo necesitas.
Queda esta amistad por encima de todo aquello cuanto nos rodea, digan lo que digan, hagan lo que hagan, nada ni nadie puede evitar romper los lazos que se crean entre dos amigos por mucho que lo intenten. El cariño entre ambos es infranqueable. Indestructible, imperecedero... pase lo que pase.
¿Es tan difícil de entender? Yo no lo creo, aunque haya gente que se empeñen en quererme demostrar lo contrario.
Es posible que, en ocasiones, la amistad entre dos personas se aproxime más al sentimiento del amor que al propio, sin ir más allá; sin que signifique más que la unión afectiva y la afinidad son tan grandes que puedan confundirse con el amor, sin llegar a éste. No por ello deja de haber un sentimiento profundo de amistad; intenso y hermoso, sí, pero nada más.
¿Por qué, entonces, hay quien no quiere entenderlo y busca dónde no hay, más allá de lo que se ve? ¿Por qué no se preocupan más que de sus asuntos o procuran encontrar un amigo o amiga que les haga comprender y sentir? ¿Es más fácil, acaso, hacer la vida imposible al que se tiene al lado cuando éste intenta aferrarse a un amigo? ¿De minar, a toda costa, la amistad del que pretende conservarla o acrecentarla, si cabe? No lo entiendo, ¿es tan difícil? Yo no lo creo.
Poco puedo hacer, amiga, aunque de mucho valor, quizá. Estaré a tu lado, fiel e incondicional, en todo momento, para ese instante en el que me necesites... apoyándote siempre, disfrutando de tu compañía, de tu forma de ser... de ti, en fin. Seré esa mano firme que te sujeta, la manta cálida que te abriga, la fuente de agua clara que sacia tu sed... Aún a riesgo de que los sentimientos de amistad que nos une puedan llegar a rozar los límites del sentimiento magno, de aquel que sostiene el mundo... del amor.

Datrebil

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