domingo, 28 de septiembre de 2008

SENTIMIENTOS ENCADENADOS

En el recuerdo vuelve a quedar la luz de tu mirar, maldita tristeza que roba el brillo de tus ojos bellos sin ningún reparo. Se lleva consigo tu característica alegría, de ella sienten celos las estrellas que en las lánguidas noches velan por la luna; borra atrozmente de tu lindo rostro tu agraciada sonrisa, envidiada por serpientes de lengua larga y viperina que un día tomaron forma de mujer (error cometido por Dios el de otorgarle a tan malévolos seres, un cuerpo tan divino).
Es injusto el destino contigo, mi flor hermosa, no trae sol dos días seguidos sin que arrecie un chaparrón que ahogue tus esperanzas y sueños en amargas lágrimas de pena y desazón. Golpea violentamente tu pecho antes que recupere su latir tu maltrecho corazón, que agotado perece entre dos caminos: uno, por el que tus pies descalzos ya pisaron y nuevamente aparta las piedras del piso para que puedas pasear aferrada al olvido; y otro, novedoso e incierto que ofrece apetecibles ilusiones por vivir y que arroja pétalos de rosa por el suelo que has de pisar. Cruel destino, que te brinda dos caminos... el primero, que tiene las puertas abiertas por el que ya anduviste y dudas si quieres volver a recorrer; y un segundo, por el que deseas ardientemente transitar y cuyo guardián, sus puertas, no se atreve a abrir para que puedas pasar. Sí, amiga mía, cruel sino el tuyo... tan ligado al mío...
Embarga mi alma tu tristeza, se ensombrece a la par mi mirada... se halla mi corazón encogido por tan hondo penar; en él habita un trozo ajeno, marcado a fuego lleva tu nombre, regalo que un día me ofreciste con tu sincera amistad... Suspiros que se lleva el viento a un mundo perdido donde confluyen lamentos, ilusiones rotas, desesperanzas y olvidados anhelos... sentimientos encontrados que no recibieron añorada respuesta...
Suena el teléfono, mis piernas tiemblan... se oye una voz desgarradora, compungida por el desasosiego, casi desvanecida... es tu afligida voz, mi bella rosa blanca... Busca consuelo, una palabra de aliento, tal vez un consejo... El apoyo de un amigo... que rápido encuentra... a pesar de soportar el peso de las cadenas que atan sus manos y sus sentimientos...
Es mi corazón no sólo un latido de amor que busca y no encuentra, disipándose en el olvido; sino es, ante todo, un latir amistoso y sincero... que ofrece sin pedir nada a cambio... aunque muera de sufrimiento por conseguir que tu alma retoce de alegría como antaño lo hacía...

Datrebil

jueves, 18 de septiembre de 2008

LUNA HERMOSA, LINDA ROSA

De nuevo la luz de la bella luna, dueña de la noche, tocó mis afligidos ojos devolviéndoles el brillo de antaño, ya casi olvidado. Dibujó en mi rostro, castigado por el paso del tiempo, una risueña sonrisa que despierta mi alma adormecida por el dolor que siente al ver cuanto sufre su anhelada rosa clara. Coquetea, mi agraciada luna, entre juguetonas estrellas que no la pierden de vista; desvela sus encantos adorablemente, embriagándome despacio de su preciada presencia. Sacude tenazmente mis cinco sentidos, los hace suyo; sensación extraña envuelve mi ser, el deseo de poderla abrazar se hace latente. Me arrebata certeramente un trozo de mi henchido corazón, con él se lleva parte de mis sentimientos... mi cariño, uno de ellos.
Reina en la noche es mi amiga, la luna sencilla, que mi admiración provoca con su buen hacer y su distendida alegría; faro, que irradia luz desde su gran corazón, ilumina el camino de los mortales que velan laboriosos el proseguir cotidiano de sus destinos... Hermosa luna, niña encantadora que alegra mi llegada con besos amistosos, con exultante sonrisa, presagiando el inevitable final de las horas oscuras que rigen su plácido deambular...
Con su despedida nace el nuevo día... Son los rayos refulgentes del sol, en esta ocasión, los que dan vida al nuevo caminar; alumbran con sutileza los delicados pétalos de mi linda rosa blanca, diosa de la mañana que acaba de comenzar... Son las gotas de rocío que resbala corola abajo, amargas lágrimas derramadas provocadas por la desesperanza de ver como el tiempo pasa sin que su querido jardinero, aquel por el que vierte mil suspiros, la tome en su mano decidido prendiendo, al fin, en su corazón la llama del amor...
Yo, complaciente colibrí que gusta del dulce néctar de la amistad que desprende su alma, la cuida con mimo... razón de mi existir. Espanto víboras arpías que procuran marchitar su hermoso resplandor, su radiante alegría, con despreciables y rastreras artimañas; procuro apartar las sombrías nubes que tornan de tristeza su hermosísimo mirar para que la liviana brisa de ilusiones coloreen, de nuevo, en su rostro bello la sonrisa de la que perdidamente me enamoré, hace tiempo ya.
Rosa albina que pinta alegres trazos de acuarela en mi ser, es por ella que late mi loco corazón. No rozarán mis ásperas manos, tu suave piel; no besarán mis labios, tu terso cuello, ni tus labios dulces... serán otra las manos que las disfruten; mas no por ello se desvanecerá mi sonrisa, pues mientras en tus cristalinos ojos reflejada la vea, mi alma seguirá viva...
Luna hermosa, linda rosa... nocturna, una; diurna, otra... suspiro por vuestra dicha...

Datrebil

domingo, 7 de septiembre de 2008

ME DUELE AMARTE

Cómo hacerle caso a mi buena amiga si me pide que te olvide y deje de lado aquello cuanto siento por ti, no es fácil... no lo es. De hacerlo dejaría de ser fiel a mi corazón, mi alma quedaría vacía... moriría sumido en mi soledad, en la pena más profunda.
Me duele amarte, sí, me duele demasiado... mas si dejara de hacerlo el dolor sería aún más insoportable; no habría, entonces, ningún motivo para vivir, se desvanecería la razón de mi existir...
En cada una de tus miradas se llevan consigo tus luceros bellos, la luz de los míos; cuando se apartan ajenos y sordos a cuanto gritan mis tristes ojos. Quisiera, en esos instantes que cegaran por siempre para que no sufrieran más, pero acaso no me dolería más dejar de ver tu linda sonrisa, no sería más lastimoso no poder percibir a través de tu oscuros ojitos tu alma clara y hermosa...
Me duele amarte, sí, me duele demasiado... mas prefiero tener un corazón maltrecho por el amor no correspondido que uno sano por no haber sentido latir alguno de amor pleno y dichoso...
Tenerte entre mis brazos besando tus suaves labios pasó de ser un bello sueño a una inverosímil utopía, que ya tengo bastante asumida. Ilusiones que se disiparon entre mis dedos como se escapa el humo del cigarro que se consume paulatinamente entre los tuyos. Anhelos por los que daría mi vida sin pensarlo, pero que canjeo por un segundo de tu presencia, por una palabra que en confianza compartes conmigo, por una deliciosa sonrisa que simpáticamente me regalas cada mañana... por tu amistad sincera...
Me duele amarte, sí, me duele demasiado... mas elijo ser el hombro que recoge tus amargas lágrimas derramadas por el desamor que lastimó tu pecho y ser la palabra de aliento que necesita tu alma que se disipa abatida en un mundo diáfano de sentimientos...
Pues más me daña el sufrimiento que llevas por dentro y socava tu ser. Te ahogas sin remisión en un mar de confusión, entre olas bravías que agitan en contraposición dos viriles vientos: uno que quiere y puede, y otro que quiere, también, pero que no se atreve a querer... Barquito a la deriva que surca aguas turbulentas en busca del luminoso faro que lo lleve a buen puerto es tu vida; la mía, suspiros de un marinero sin su querido navío que zozobra vagando por océanos de desesperanzas y olvidos...
Me duele amarte, sí, me duele demasiado... mas no dejaré de amarte, por mucho que me duela...
Como seguir los consejos de mi amiga fiel, si prefiero vivir y morir entre alegrías y quebrantos... teniéndote en mi presente como una rosa que el alba colorea en sus regazos...

Datrebil

viernes, 5 de septiembre de 2008

SUEÑOS

Cierro los ojos cada noche sin saber si se abrirán de nuevo al despertar, pero no me importa; pues será entonces cuando mis sueños no terminen y me lleven más allá... donde la embelesada luna que engalana el cielo sea testigo de un amor sincero...
Es sólo en ms sueños donde la calma acaricia mi alma, se apiada por fin de mi ser la ansiedad y la angustia, fieles compañeras en mi frecuente caminar. Libre de todo peso se desliza mi cuerpo entre las sedosas nubes de este ficticio mundo, buscando la deliciosa sombra de tu figura que apresurada tiende a su pasional encuentro... Fundidos en un estrecho abrazo, levitando nuestras ánimas, comienza el baile efímero de estrellas fugaces...
El sutil tacto de tu tersa mano sobre mi desnudo torso eriza mi piel, embriaga de encanto mi mente que ya nada entiende; es una liviana brisa que agasaja el delirio de este místico momento; sensación inusitada que provoca mi desconcierto, no hayo diferencia entre lo fantasioso y lo real.
Repentinamente un gran resplandor ciega a la desprevenida luna, es el luminoso reflejo nacarado que esboza tu hermosa sonrisa, don divino de los mortales; aquella que prendió toda mi admiración y despojó la mirada de mis ojos para hacerla suya. Ojos míos que en plena oscuridad quedan si en tus bellos luceros, transparentes a tu alma cálida, reflejar no puedo mi mirar; pues es así como mi vida cobra sentido y olvido, por un instante, mi errante deambular.
Se culmina mi soliviantado sueño con la llamada anhelante de tus melosos labios, procuran rozar los míos, aquellos que mueren por saborear el delicioso dulzor de tus besos...
Sueños... deleite de un soñador que no quiere despertar si al abrir sus ojos, a su lado no te pudiera encontrar...
Suspiros que se llevan mi vida... mi alma... Deseos que desgarran jirones de mi pecho... de mi corazón... Se abren, en la más absurda realidad, las puertas de mi vida para que puedas, mi bella rosa blanca, pasear de mi mano por estos lares... lejos de las bonitas fantasías que nos unió en el más allá...

Datrebil

martes, 2 de septiembre de 2008

LO ERES TODO

Quería escribir algo alegre esta tarde para cuando leyeras estas humildes letras te sintieras contenta, pero no encuentro palabras para hacerlo. Hay demasiada pena dentro de mí que no me permite ni siquiera pensar en algún motivo que haga sonreír mi alma, por mucho que lo intente.
Sufro con tu dolor, me duelen tus sufrimientos... son tus penas, mi agonía. Tus amargas lágrimas colmadas de desamor, de confusión y de qué sé yo... son afiladas dagas que clavan su frío acero en mi pecho desgarrando mi corazón maltrecho. Cada gota salada que se escapa de tus ojos lindos se lleva consigo un suspiro mío, lamento que clama al cielo, donde pasean mis nubes, el pesar que llevo dentro por verte llorar.
Hubiese deseado escribirte frases bonitas que alegraran tu vida, mas no me es posible. Mi mente no discurre más que por los caminos sinuosos que mi sino me ha ido deparando, pues se empeñó en variar el curso establecido por otro más dañino. Confundió el fausto camino de la amistad con el espinoso sendero del amor, conduciéndome por la vereda que pisaron tus pies descalzos en busca de nuevos aires. Vientos ávidos de renovadas sensaciones que no trajeron más que hirientes lluvias, embargando de desasosiego tu alma sensible y frágil, hermosa y preciada, como el reconocido cristal de Murano. Procuró para mí, ser los zapatos de tus desnudos pies, para que te ayuden a caminar por tan difícil senda; dispuso para mí, ser el abnegado paraguas que te cubra de tan arduo aguacero para que no se humedezca tu delicado cuerpo... anhelo de mis sueños, sueño de mis anhelos...
Quise escribir cuán bella era la vida, pero no fui capaz; las luminosas palabras se ensombrecían con cada letra encadenada... Se tornó de gris el cielo que irradiaba tu sentir, reluciente azul en tiempo atrás, arrastrado por las inclemencias de destinos cruzados entre los cuatro puntos cardinales que rigen los designios del presente y del futuro en tu errante caminar... Seré yo, si quieres, la brújula que oriente tu camino, que acompañe tus pasos en este fatigoso trecho que no ha hecho más que empezar...
Sin apenas darme cuenta te has convertido en el centro de mi beligerante deambular, lo eres todo para mí y mucho más... Preciosa rosa que deja su fragancia impregnada en mi alma yerma, desnuda ante ti...
Ya se apodera la tristeza de tu alma como lo hizo la oscuridad de tus bellos ojos; no permitas que llegue a tu corazón, no lo permitas. Está en él tu grandeza, toda tu pureza... no dejes que se endurezca, cuida con mimo la llama que lo mantiene latente.
Ama como nunca amaste antes, aunque amando te equivoques... pues errar en el amor no es más que vivir habiendo amado... y en la vida, morir sin haberlo hecho...

Datrebil