viernes, 29 de mayo de 2009

NIÑA DE MIS OJOS

Como ya dijera el gran Neruda, puedo escribir los versos más tristes esta noche... mas yo no lo quiero. Pese a la forzosa ausencia que hoy nos distancia no encuentro motivos para dejar de contentarme, pues esta situación no hará más que acrecentar mi sentir. Es nuestro amor lo más hermoso que me pudo suceder.
Podrán aparecer nubes negras que cubran el ancho cielo y no te dejen ver más allá de su oscuridad, podrá sentir celos el aire por robarle al viento el más tierno susurro; mas no podrán jamás arrebatarte el amor que aquel loco soñador, que un día paseó por nubes de ensueño, siente por ti, mi bella flor.
Aún estando tan lejanos, mi corazón late henchido de amor y goza de tu cariño desmedido. Estás conmigo en cada suspiro que libre vuela en tu busca, en el susurro dulce que solivianta mi oído... en el viento suave que acaricia mi sufrida tez... en la delicada brisa que endulza mis labios anhelantes de tus besos... en el soplo etéreo que embriaga mi olfato con aroma de café...
Te bañas en un mar tintado con el color de la esperanza, sumergida en la mirada que dejó de ser triste. Eres la niña de mis ojos, la brillante luz que devolvió el candor a mi sobrio mirar... la alegría de una sonrisa compartida, estigma del divino sentimiento que nos unió.
Tu alma sensible, esencia de cuanto eres hoy, penetra por los poros de mi piel instalándose en mis entrañas, desplegando su pureza en cada gota de mi sangre que impetuosa fluye por mis venas; se cobija en mi pecho, toma en sus regazos mi loco corazón arropándolo como a un inocente niño que recién comienza a vivir...
Te extraño estos días más que nunca, amor, pero no dejaré que la pena me invada; pues aún sin estar, estás más presente en mí. En cada pensamiento emerges tú, en cada latido que dentro siento, en cada beso no dado y que surca el aire procurando tus labios...
En los sueños de noches frías de acompañada soledad, paseamos tú y yo abrazados por la orilla del bello mar empapado de atardecer que baña la playa de Matalascañas, allá donde su agua clara esculpió tu cuerpo, anhelo de mis manos. Felices nos entregamos al poder del amor al que sucumbieron nuestras almas y nuestros cuerpos.
Son momentos de nostalgia... palabras mudas de la soledad...
Silencio roto... por el latido enamorado de mi corazón... amor, palpitando por ti...

Datrebil

viernes, 8 de mayo de 2009

CORAZÓN QUE VUELA

Es el amor sincero el que hoy siento tan dentro, sin ti ya nada tendría sentido...
Ya no tengo el corazón roto, ya no... Tu amor me lo ha cosido. La suave brisa de aires cálidos ha entrado por los poros de mi piel, sacudiendo mi alma y mi ser, llenándome de ilusión y cariño...
Se tambalean los cimientos de mi vida, el tibio viento que me trae tus besos volados la azota ávidamente. Resurge en mí aquel adolescente que un día fui y que se moría por amar... mi entrañas redescubren, hoy, el nervioso hormigueo del sentimiento que mueve el mundo, del mismo modo que lo sentí la vez primera que el amor llamó a la puerta de mi corazón aún siendo tan joven.
Le han salido alas a mi loco corazón, aquellas que perdió tu ángel cuando prefirió ser mortal y pisar el suelo que acoge tus pasos. Vuela libre entre las nubes que guardan sus secretos; surca el viento buscando su susurro dulce, aquel que envuelve tu deliciosa voz, regalo que acaricia mis oídos con un “TE AMO” muy sentido... Dos lindas palabras, cinco letras divinas que me hacen rozar el cielo...
Ahora, más que nunca, pasean mis sentimientos por las nubes... allí donde tus sueños y los míos se entrelazan con júbilo dando rienda suelta a la imaginación. Un lugar algodonado en el que tu alma y la mía se abrazan estrechamente sin separarse jamás, impidiendo distinguirlas por sí sin la una con la otra... fundidas en sólo una... alma de amor...
En cada tocada que suena se erige un pálpito por ti sentido, el latido acelerado de mi corazón prendido... espero la tarde que me trae tu imagen y tus mudas palabras que tanto dicen... Robas mis pensamientos, todos son tuyos; bendito el destino que nos cruzó en un mismo camino...
Una mirada con aroma a café penetra en mis ojos de esperanza devolviéndoles la luz que, hace tiempo ya, perdió; brillan nuevamente, son eco de tu sonrisa linda... reflejo de mi felicidad...
Se impregnan mis labios de la fresca menta de un caramelo, sabor de los besos que tu boca desea ofrecer y recibir la mía: caricias del alma que toman cuerpo, suspiros de corazones enamorados...
¿Amor? Nadie me explicó... quizá no... Mas quién sabe qué es el amor, si no más que por lo que uno siente y lo hace feliz. No obstante, para mí lo es y por nada del mundo cambio yo lo que siento por ti; pues amor o no... Hoy soy feliz...

Datrebil