viernes, 5 de septiembre de 2008

SUEÑOS

Cierro los ojos cada noche sin saber si se abrirán de nuevo al despertar, pero no me importa; pues será entonces cuando mis sueños no terminen y me lleven más allá... donde la embelesada luna que engalana el cielo sea testigo de un amor sincero...
Es sólo en ms sueños donde la calma acaricia mi alma, se apiada por fin de mi ser la ansiedad y la angustia, fieles compañeras en mi frecuente caminar. Libre de todo peso se desliza mi cuerpo entre las sedosas nubes de este ficticio mundo, buscando la deliciosa sombra de tu figura que apresurada tiende a su pasional encuentro... Fundidos en un estrecho abrazo, levitando nuestras ánimas, comienza el baile efímero de estrellas fugaces...
El sutil tacto de tu tersa mano sobre mi desnudo torso eriza mi piel, embriaga de encanto mi mente que ya nada entiende; es una liviana brisa que agasaja el delirio de este místico momento; sensación inusitada que provoca mi desconcierto, no hayo diferencia entre lo fantasioso y lo real.
Repentinamente un gran resplandor ciega a la desprevenida luna, es el luminoso reflejo nacarado que esboza tu hermosa sonrisa, don divino de los mortales; aquella que prendió toda mi admiración y despojó la mirada de mis ojos para hacerla suya. Ojos míos que en plena oscuridad quedan si en tus bellos luceros, transparentes a tu alma cálida, reflejar no puedo mi mirar; pues es así como mi vida cobra sentido y olvido, por un instante, mi errante deambular.
Se culmina mi soliviantado sueño con la llamada anhelante de tus melosos labios, procuran rozar los míos, aquellos que mueren por saborear el delicioso dulzor de tus besos...
Sueños... deleite de un soñador que no quiere despertar si al abrir sus ojos, a su lado no te pudiera encontrar...
Suspiros que se llevan mi vida... mi alma... Deseos que desgarran jirones de mi pecho... de mi corazón... Se abren, en la más absurda realidad, las puertas de mi vida para que puedas, mi bella rosa blanca, pasear de mi mano por estos lares... lejos de las bonitas fantasías que nos unió en el más allá...

Datrebil

martes, 2 de septiembre de 2008

LO ERES TODO

Quería escribir algo alegre esta tarde para cuando leyeras estas humildes letras te sintieras contenta, pero no encuentro palabras para hacerlo. Hay demasiada pena dentro de mí que no me permite ni siquiera pensar en algún motivo que haga sonreír mi alma, por mucho que lo intente.
Sufro con tu dolor, me duelen tus sufrimientos... son tus penas, mi agonía. Tus amargas lágrimas colmadas de desamor, de confusión y de qué sé yo... son afiladas dagas que clavan su frío acero en mi pecho desgarrando mi corazón maltrecho. Cada gota salada que se escapa de tus ojos lindos se lleva consigo un suspiro mío, lamento que clama al cielo, donde pasean mis nubes, el pesar que llevo dentro por verte llorar.
Hubiese deseado escribirte frases bonitas que alegraran tu vida, mas no me es posible. Mi mente no discurre más que por los caminos sinuosos que mi sino me ha ido deparando, pues se empeñó en variar el curso establecido por otro más dañino. Confundió el fausto camino de la amistad con el espinoso sendero del amor, conduciéndome por la vereda que pisaron tus pies descalzos en busca de nuevos aires. Vientos ávidos de renovadas sensaciones que no trajeron más que hirientes lluvias, embargando de desasosiego tu alma sensible y frágil, hermosa y preciada, como el reconocido cristal de Murano. Procuró para mí, ser los zapatos de tus desnudos pies, para que te ayuden a caminar por tan difícil senda; dispuso para mí, ser el abnegado paraguas que te cubra de tan arduo aguacero para que no se humedezca tu delicado cuerpo... anhelo de mis sueños, sueño de mis anhelos...
Quise escribir cuán bella era la vida, pero no fui capaz; las luminosas palabras se ensombrecían con cada letra encadenada... Se tornó de gris el cielo que irradiaba tu sentir, reluciente azul en tiempo atrás, arrastrado por las inclemencias de destinos cruzados entre los cuatro puntos cardinales que rigen los designios del presente y del futuro en tu errante caminar... Seré yo, si quieres, la brújula que oriente tu camino, que acompañe tus pasos en este fatigoso trecho que no ha hecho más que empezar...
Sin apenas darme cuenta te has convertido en el centro de mi beligerante deambular, lo eres todo para mí y mucho más... Preciosa rosa que deja su fragancia impregnada en mi alma yerma, desnuda ante ti...
Ya se apodera la tristeza de tu alma como lo hizo la oscuridad de tus bellos ojos; no permitas que llegue a tu corazón, no lo permitas. Está en él tu grandeza, toda tu pureza... no dejes que se endurezca, cuida con mimo la llama que lo mantiene latente.
Ama como nunca amaste antes, aunque amando te equivoques... pues errar en el amor no es más que vivir habiendo amado... y en la vida, morir sin haberlo hecho...

Datrebil

viernes, 29 de agosto de 2008

TE NECESITO

Miro a la derecha y no te veo, te busco a mi izquierda y no te encuentro; te siento muy lejos de mí, demasiado distante... ausencia atroz que destroza mi alma en mil pedacitos. Pasa el tiempo devastando a su paso ilusiones y esperanzas... dejando desasosiego y desánimo que ahoga con manos firmes el penúltimo aliento que me queda...
Se derrumba mi cuerpo en la esquina de mi habitación, allí donde mis pensamientos y anhelos toman forma escrita. Sentado en el suelo intimo con la melancolía, lucho contra el dolor de tu ausencia, me bato en duelo con mi cruel y despiadado destino. Suenan tristes notas, desgarradores acordes de una melodía que refleja mi sentir, que se llevan consigo: un deseo, probar la dulce miel de tus labios; un sueño, bailar pegados aquella canción que un día te hizo estremecer; una quimera... tenerte por siempre a mi lado para poderte ofrecer mi cariño...
Resentido con el mundo por aquellos designios que me tocó vivir, lidia mi suerte por conseguir, al menos, una sola de tus bellas sonrisas; pugnan mis abatidos ojos por recibir, aún sólo por un instante, el penetrante brillo de tu hermosa mirada. Flor en el desierto de mi vida, bella rosa blanca que floreció en el frío páramo de mi sino... te necesito...
Se desvanecen mis fuerzas... se las lleva la distancia, el paulatino transcurrir de los días... Apenas siento latidos en mi pecho, muere lento mi loco corazón rasgado a jirones por la nostalgia, por el quiso y no pudo... ni podrá... Agoniza mi volátil alma en su errante caminar, abatida por un corazón ajeno que palpita por otros lares y que ignora su sentir. Sólo aliviado mi quebranto, en ciertos momentos, por el consuelo sincero de una divina luz que cruzose en mi camino, distante en el espacio y cercana en los sentimientos... fiel confidente, mejor amiga...
Cargado con una mochila de deseos camino con ritmo cansino mis últimos pasos, en cada uno de ellos se disipa una alegría, un anhelo... Vago entre sueños rotos e ilusiones perdidas sin saber dónde me llevan o hacia dónde voy... sólo y sin ti...
Estocada certera que el destino propició, herido de muerte... No late ya mi perturbado corazón, mustio como el clavel que la fina lluvia no riega y que los rayos del sol castigan sin remordimiento... Sucumbe con él mi alma clara, lacerada por el sufrimiento que causa la aspiración no conseguida, por las lágrimas que mis ojos no derramaron porque no quisieron lastimar a tus luceros bellos... Con mi corazón díscolo y con mi leal alma expiro yo, sumido en mi soledad... muero por haber amado, por amar y por seguir amando... por no tener tu corazón junto al mío...

Datrebil

viernes, 15 de agosto de 2008

TU FOTOGRAFÍA

Trato de engañarme de nuevo y no lo consigo, no encuentro más formas de hacerlo, todo me lleva a una utopía, a un anhelo imposible. No hay día que no me acuerde de ti, a todas horas, y miro entonces tu fotografía... Te acerca a mí, te siento a mi lado como en otras veces, aún estando tan lejos...
Recuerdo los momentos que juntos hemos pasado, en los que me hiciste volar como lo hace el alegre gorrioncillo que agita incesante sus vivaces alas surcando el viento raudo y veloz; pues estando contigo puedo sentir plena libertad, nada más que tú importa en ese instante, sólo tú...
Tu presencia logra que aquello que parece lóbrego se torne radiante, conviertes la nostálgica lluvia en esperanzadoras gotas de rocío, el insoportable frío de la mañana lo vuelves cálido remanso que acuna mi alma... eres el arcoíris que le da color a mi vida.
Miro de nuevo tu fotografía y me embarga la melancolía, tu ausencia baña mis ojos que luchan por sostener cada una de mis lágrimas, unas resbalan hacia fuera y caen sin reparo sobre el papel que refleja tu bella imagen; otras, en cambio, se precipitan por dentro buscando mi triste corazón desgarrando a su paso mi alma. Se desvanece mi vida en un suspiro; clama al cielo, a la sazón, mi lamento...
Sólo te tengo en un trozo de papel, preciado tesoro, sin duda, que consigue que mis retinas graben tu imagen para no olvidarte jamás. Acaricio sutilmente tu hermoso rostro, belleza inusitada, rozo delicadamente tus labios... aquellos que anhelo besar; siento el calor de tu piel en mis dedos, en la levedad de mi ser... locura, quizá; mas amor lo llamaría yo...
Son eternos los días que paso sin verte, arpías sensaciones intentan apoderarse de mí en tu ausencia, aunque no lo consiguen; tu recuerdo me hace fuerte por fuera, mas muera por dentro por no tenerte.
Observo tu fotografía y se dibuja una sonrisa en mi cara, otra vez encuentro la forma de engañarme, de sentirte tan cerca y de olvidar tu ausencia... aunque pasen las horas y no oiga tu voz, a pesar de que abra mis ojos y el destello de tu mirada no halle... estás en aquel lugar, en una canción, estás presente en el aroma del café, en la más bella flor... estás en una fotografía... que no dejo de mirar...

Datrebil

lunes, 11 de agosto de 2008

LLÁMALO COMO QUIERAS...

Una extraña sensación embarga mi ser desde lo más profundo cuando estoy contigo; quizá no encuentre la forma de definirla, pero sé que la quisiera sentir a cada instante, en cada momento... Mi mundo gira en torno a ti, nada existe ni tiene importancia; se detiene el tiempo, nos quedamos solos...
Unos llaman al sentimiento que se apodera de mí, obsesión. Por perseguir una quimera inalcanzable que me arrastra a confines insospechados. Y, tal vez, no les falte razón. El más leve roce de tu piel, estremece mi alma... me hace levitar, al cielo me lleva... Muero por estar contigo, aunque sólo sea un minuto; te busco entre el gentío desesperado, como si me faltara el aire... tu ausencia me ahoga, se lleva mi vida.
Otros definen este aspecto como ansiedad y es posible que sea así. Tu sutil sonrisa es mi preciado tesoro, valioso legado que afanoso guardo en mi pecho. Un pellizco en el estómago que entumece mi cuerpo siento cuando miro hacia delante y no te encuentro, parecen millares de mariposas revoloteando en mi interior llevándose en el agitar de sus alas mi último aliento, el agónico suspiro de un moribundo.
Para algunos esa sensación no es más que un capricho. Mas no lo creo, el capricho es impaciente, imprudente, impulsivo e irrazonable, incluso se debilita con el tiempo y la separación. Y no es mi caso, aunque pueda ser ilógico, el sentimiento que hacia ti siento es puro, se fundamenta en la paciencia y la prudencia, y carece de impulsos o, más bien, son aplacados previamente. Es un sentimiento comprometido, veraz y sincero.
En cambio, para otros muchos aquello que me sucede es una locura y a veces lo creo. Los pensamientos agitan atrozmente mi cabeza, aturden mi mente... Me hacen entrar en un laberinto inquietante de sensaciones ávidas de respuestas, cóctel de emociones que precipita el latido de mi corazón, que sacude violentamente mi cuerpo. Tu clara mirada queda marcada en mis retinas a fuego, signo evidente de la bondad que reflejan tus bellos ojos. Si loco me vuelve tenerte cerca, menos cuerdo me hace estar lejos de ti.
Afirman convencidos, otros tantos, que es cariño o querer lo que siento por ti, bella flor. Y aunque pueda confundirse con el sentimiento que me concome por dentro, no creo que acierten. Yo lo llamo amor... el querer y el amar no son sinónimos, sino antónimos; el querer lo exige todo, el amar lo entrega todo.
Soy todo tuyo... todo cuanto soy...
He aquí aquello que siento por ti, y que guardo celoso en mi loco corazón... yo lo llamo amor...
Tú... llámalo como quieras...

Datrebil

martes, 5 de agosto de 2008

SENTIMIENTOS ESCRITOS

Son mis humildes palabras fieles marcas que reflejan aquello que mi corazón se empeña en sentir, sin atender cuanto mi cerebro le sugiere. Son sentimientos de un alma errante que vaga entre anhelos y cuentos de hadas, entre sueños rotos y quimeras... en un mundo o en una época que, quizá, no sean los más idóneos... amor o desamor, pasión u obsesión, tal vez...
Sentimientos no correspondidos que me ahogan lentamente, se lleva mi vida sin darse cuenta, se desvanece. Con cada sonrisa tuya, vuela un suspiro mío; procuran paz lisonjera que los una en la eternidad, allí donde todo es posible y no los puedan separar jamás... Triste lamento que se escapa de mi pecho, henchido de amor...
Luchan lágrimas de amargura por no caer al vacío en busca de tu tierna mirada, alocada inocencia que arrebata la cordura de un servidor. Se clavan tus bellos ojos en los míos, esperanzas silenciosas gritan éstos por tan hermoso mirar... Muda percepción y, a la vez, tan locuaz... la mirada.
Paloma cautiva que clama libertad, gira tu mundo en sentido contrario al que quieres llevar. No sabes cuánto quisiera poder pararlo con mis manos para que puedas volar al son de la leve brisa que acaricia tu alma, y poder parar el tiempo para que el latido de tu corazón se perpetúe en el silencio del cielo, allá donde puedes encontrar frondosas nubes por las que poder pasear... No sabes cuánto, mi volátil paloma, quisiera ser tu juguetona sombra en tan lindo volar...
Es un ínfimo segundo de tu presencia, una ofrenda para mí; agradecido la recibo intentando aprovechar tan ansiado instante como si el último fuera. Desprendo de mi loco corazón una preciosa rosa que presto tiendo a regalarte con cada una de mis sonrisas, a pesar de que sus espinas queden clavadas en él hiriéndolo de muerte... mas no hay peor muerte que estar vivo y... no tenerte...

Datrebil