lunes, 11 de agosto de 2008

LLÁMALO COMO QUIERAS...

Una extraña sensación embarga mi ser desde lo más profundo cuando estoy contigo; quizá no encuentre la forma de definirla, pero sé que la quisiera sentir a cada instante, en cada momento... Mi mundo gira en torno a ti, nada existe ni tiene importancia; se detiene el tiempo, nos quedamos solos...
Unos llaman al sentimiento que se apodera de mí, obsesión. Por perseguir una quimera inalcanzable que me arrastra a confines insospechados. Y, tal vez, no les falte razón. El más leve roce de tu piel, estremece mi alma... me hace levitar, al cielo me lleva... Muero por estar contigo, aunque sólo sea un minuto; te busco entre el gentío desesperado, como si me faltara el aire... tu ausencia me ahoga, se lleva mi vida.
Otros definen este aspecto como ansiedad y es posible que sea así. Tu sutil sonrisa es mi preciado tesoro, valioso legado que afanoso guardo en mi pecho. Un pellizco en el estómago que entumece mi cuerpo siento cuando miro hacia delante y no te encuentro, parecen millares de mariposas revoloteando en mi interior llevándose en el agitar de sus alas mi último aliento, el agónico suspiro de un moribundo.
Para algunos esa sensación no es más que un capricho. Mas no lo creo, el capricho es impaciente, imprudente, impulsivo e irrazonable, incluso se debilita con el tiempo y la separación. Y no es mi caso, aunque pueda ser ilógico, el sentimiento que hacia ti siento es puro, se fundamenta en la paciencia y la prudencia, y carece de impulsos o, más bien, son aplacados previamente. Es un sentimiento comprometido, veraz y sincero.
En cambio, para otros muchos aquello que me sucede es una locura y a veces lo creo. Los pensamientos agitan atrozmente mi cabeza, aturden mi mente... Me hacen entrar en un laberinto inquietante de sensaciones ávidas de respuestas, cóctel de emociones que precipita el latido de mi corazón, que sacude violentamente mi cuerpo. Tu clara mirada queda marcada en mis retinas a fuego, signo evidente de la bondad que reflejan tus bellos ojos. Si loco me vuelve tenerte cerca, menos cuerdo me hace estar lejos de ti.
Afirman convencidos, otros tantos, que es cariño o querer lo que siento por ti, bella flor. Y aunque pueda confundirse con el sentimiento que me concome por dentro, no creo que acierten. Yo lo llamo amor... el querer y el amar no son sinónimos, sino antónimos; el querer lo exige todo, el amar lo entrega todo.
Soy todo tuyo... todo cuanto soy...
He aquí aquello que siento por ti, y que guardo celoso en mi loco corazón... yo lo llamo amor...
Tú... llámalo como quieras...

Datrebil

5 comentarios:

Rara Avis dijo...

No hay otra forma que llamarlo como tú lo nombras... amor...

Besitos guapo!!!

Anónimo dijo...

¡Qué de cosas a la vez! Locura y lujuria, eso por un lado... y en el otro, paciencia y prudencia ¿Se puede hacer un coctel con todo a la vez? Imposible, aunque yo que las tengo todas te aseguro que siempre ganan la paciencia y la prudencia y no entiendo por qué. Eso me recuerda que lo mismo no me entiendo ni yo, pa no variar. Besos. Hades

misticaluz dijo...

Amor.. hermosa palabra que nace en lo más profundo del ser..Amor es de tu alma se alimenta.. amor es lo que tus palabras reflejan!

preciosa entrada!

Recibe un abrazoo muy energético!

Anónimo dijo...

PUES SI EL AMOR HACE DECIBLE TODOS LOS BELLOS SENTIMIENTOS, ESAS FRASES TUYAS PARECEN UNA RECOPILACION DE MUCHOS POEMAS.
ME SUENAN MUCHOS TUS PALABRAS PORQUE HE ENCONTRADO FRASES COMPLETAS DE MIS POEMAS, ME ALEGRO POR TI, POR EL BUEN GUSTO QUE TIENS.
UN SALUDO

© 2010 Patricia dijo...

el leve roce de tu piel me acaricia el alma y estremece las fibras de mis sentidos........y mas sentimientos que plasmado en la red.