martes, 2 de septiembre de 2008

LO ERES TODO

Quería escribir algo alegre esta tarde para cuando leyeras estas humildes letras te sintieras contenta, pero no encuentro palabras para hacerlo. Hay demasiada pena dentro de mí que no me permite ni siquiera pensar en algún motivo que haga sonreír mi alma, por mucho que lo intente.
Sufro con tu dolor, me duelen tus sufrimientos... son tus penas, mi agonía. Tus amargas lágrimas colmadas de desamor, de confusión y de qué sé yo... son afiladas dagas que clavan su frío acero en mi pecho desgarrando mi corazón maltrecho. Cada gota salada que se escapa de tus ojos lindos se lleva consigo un suspiro mío, lamento que clama al cielo, donde pasean mis nubes, el pesar que llevo dentro por verte llorar.
Hubiese deseado escribirte frases bonitas que alegraran tu vida, mas no me es posible. Mi mente no discurre más que por los caminos sinuosos que mi sino me ha ido deparando, pues se empeñó en variar el curso establecido por otro más dañino. Confundió el fausto camino de la amistad con el espinoso sendero del amor, conduciéndome por la vereda que pisaron tus pies descalzos en busca de nuevos aires. Vientos ávidos de renovadas sensaciones que no trajeron más que hirientes lluvias, embargando de desasosiego tu alma sensible y frágil, hermosa y preciada, como el reconocido cristal de Murano. Procuró para mí, ser los zapatos de tus desnudos pies, para que te ayuden a caminar por tan difícil senda; dispuso para mí, ser el abnegado paraguas que te cubra de tan arduo aguacero para que no se humedezca tu delicado cuerpo... anhelo de mis sueños, sueño de mis anhelos...
Quise escribir cuán bella era la vida, pero no fui capaz; las luminosas palabras se ensombrecían con cada letra encadenada... Se tornó de gris el cielo que irradiaba tu sentir, reluciente azul en tiempo atrás, arrastrado por las inclemencias de destinos cruzados entre los cuatro puntos cardinales que rigen los designios del presente y del futuro en tu errante caminar... Seré yo, si quieres, la brújula que oriente tu camino, que acompañe tus pasos en este fatigoso trecho que no ha hecho más que empezar...
Sin apenas darme cuenta te has convertido en el centro de mi beligerante deambular, lo eres todo para mí y mucho más... Preciosa rosa que deja su fragancia impregnada en mi alma yerma, desnuda ante ti...
Ya se apodera la tristeza de tu alma como lo hizo la oscuridad de tus bellos ojos; no permitas que llegue a tu corazón, no lo permitas. Está en él tu grandeza, toda tu pureza... no dejes que se endurezca, cuida con mimo la llama que lo mantiene latente.
Ama como nunca amaste antes, aunque amando te equivoques... pues errar en el amor no es más que vivir habiendo amado... y en la vida, morir sin haberlo hecho...

Datrebil

2 comentarios:

Rara Avis dijo...

Me ha gustado mucho...

Morir sin haberlo hecho...

besitos!!!

Anónimo dijo...

Tersa prosa poética. Hasta que por hoy te he leìdo en este espacio que descubro.


Saludos...