viernes, 5 de diciembre de 2008

NO HAY DOS SIN TRES

Para qué esperar que caiga la moneda que marque el designio de este sentimiento que me ahoga, si echarlo a suertes no es más que engañar a mi corazón, de nuevo, y engañarme a mí mismo. Es sólo huir de mi propio destino cerrando los ojos a cuanto siento, mas que no lo consigo; pues el amor es ciego y no necesita de la vista para recorrer su camino.
Sigo perdido entre lo que tengo y lo que quiero, albergando falsas esperanzas: unas por alcanzar mi anhelo, otras por apartar de mí este sentimiento. Pues por mucho amarla, entre mis brazos no la tengo; ni por desear olvidarla y evitar mi dolor, lo consigo ni quiero.
Incondicional seré a mi loco corazón, su fiel vasallo en esta desventura que por más que alumbren las dudas a la razón, no dejará que se apague la llama que prende su candor. Lo acompañaré en cada paso, juntos buscaremos la salida de este laberinto de sentimientos en cuyo centro se halla aquella rosa blanca que tanto ansía.
Son numerosos los obstáculos que debemos sortear, altos los muros que tendremos que saltar, serán muchas las espinas de amargura que se claven en mi pecho desangrando a mi corazón en cada intento y, tal vez, ni siquiera superando cada una de las adversidades que se presenten alcancemos acariciar tan solo uno de sus pétalos; mas únicamente con percibir su olor, el esfuerzo se verá recompensado...
He aquí el dolor que clama mi alma: el silencio que guardan mis labios... el amor que gritan mis ojos... Qué más quisiera yo poder clamar al viento lo que siento para que mi rosa blanca perciba la brisa de mi amor en cada uno de sus pétalos. Mas prefiero sentir sus espinas clavadas en mi corazón, que pretender empapar mis manos de su fragancia y todo perderlo... su aroma y sus espinas...
Seguirá mi cansado corazón vertiendo lágrimas de sangre por aquellas llagas que provoquen las espinas de mi rosa blanca. Y aunque la razón diga que no será posible, persistirá la esperanza de que algún día cada gota derramada logre teñir de rojo pasión sus añorados pétalos albinos convirtiéndola en una bella rosa roja, muestra de un amor correspondido...

Datrebil

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es difícil la lucha de la razón contra el corazón.Tu cabeza dice una cosa y tu corazón desea lo contrario.Todos en algún momento nos hemos encontrado así.Quizás en un futuro todo cambie pero mientras ese momento llega.....el sufrimiento del alma es de pura agonía.
Precioso.
Un beso.
Sherezade.

eclipse de luna dijo...

Que bonito...sabes yo sigo aun en esa lucha y no se si quiero y puedo ganar esta batalla.
Precioso lo que acabo de leer, tan bonito como la melodia que lo acompaña..
Un besito y una estrella.
Mar
Con tu permiso te enlazo a mis estrellas.

MORGANA dijo...

Datrebil ¿me harías un favor?Puesto que no salen mis actualizaciones en vuestros espacios,necesitaría que me borrases como seguidora y blog que sigues en los dos espacios y volverme a agregar de nuevo.
Un beso.

Javier Andrade (Datrebil) dijo...

Sí, Sherezade, ya hice lo que me pediste y creo que ya funciona perfectamente.

Saludos.