¿Cuántas veces me he preguntado si dolía el corazón? Pensaba que sólo llegaría a dolerle a quien sufriera un infarto o algo parecido; pero ya sé que no es así, no hay que estar enfermo para que el corazón te duela o, más bien sí, enfermo de amor. Me he dado cuenta de que el amor, en este caso, el desamor, daña nuestro órgano vital y sentimental de una forma brutal hiriéndolo considerablemente.
Hace algún tiempo me preguntaba una muy buena amiga que si se podía morir de amor... Entonces le dije que sí, y aún hoy lo afirmo más rotundamente... El amor no correspondido o ese amor imposible dejan una herida mortal en el corazón que te mata poco a poco; se desangra con cada volátil suspiro, con cada amarga lágrima vertida, con cada vano lamento... Lo sé por experiencia propia...
Empiezas a ser un muerto viviente, un zombi que deambula por un mundo vacío, sin sentido, en el que tropiezas una y otra vez. Pero como el ser humano es así, se vuelve a levantar y sigue caminando en busca de su destino sorteando obstáculos como bien puede, sabiendo que tarde o temprano caerá nuevamente... Esa es nuestra vida... una sucesión de idas y venidas, de caídas y levantadas, de subidas y bajadas... alegrías y penas, al fin...
Mientras tanto, mi corazón sigue su ritmo, independiente. Ajeno a tanta paranoia, trata de sacarse las espinas, que el rosal del amor dejó en sus regazos, aferrado a una utopía que ansía desesperadamente... Expira lentamente sin querer darse cuenta, ignora la evidencia, o lo pretende al menos; agoniza por los pétalos de una rosa blanca, por las gotas de rocío que la humedece ligeramente, por la liviana brisa que arrulla su tallo con suma sutileza...
Se desvanece mi corazón... se ahoga en su lamento. Regala su cariño en forma de amistad a la vez que guarda un hueco en su interior para su añorada flor, donde el amor envuelva con mimo su delicada figura.
Me muero por amor... se disipa mi alma entre la niebla del anhelo...
Mas no tengo miedo a morir, nunca lo tuve, y ahora menos; pues sé que entonces... en otro mundo, aún mejor que éste... tú y yo, mi bella rosa, estaremos juntos.
Hace algún tiempo me preguntaba una muy buena amiga que si se podía morir de amor... Entonces le dije que sí, y aún hoy lo afirmo más rotundamente... El amor no correspondido o ese amor imposible dejan una herida mortal en el corazón que te mata poco a poco; se desangra con cada volátil suspiro, con cada amarga lágrima vertida, con cada vano lamento... Lo sé por experiencia propia...
Empiezas a ser un muerto viviente, un zombi que deambula por un mundo vacío, sin sentido, en el que tropiezas una y otra vez. Pero como el ser humano es así, se vuelve a levantar y sigue caminando en busca de su destino sorteando obstáculos como bien puede, sabiendo que tarde o temprano caerá nuevamente... Esa es nuestra vida... una sucesión de idas y venidas, de caídas y levantadas, de subidas y bajadas... alegrías y penas, al fin...
Mientras tanto, mi corazón sigue su ritmo, independiente. Ajeno a tanta paranoia, trata de sacarse las espinas, que el rosal del amor dejó en sus regazos, aferrado a una utopía que ansía desesperadamente... Expira lentamente sin querer darse cuenta, ignora la evidencia, o lo pretende al menos; agoniza por los pétalos de una rosa blanca, por las gotas de rocío que la humedece ligeramente, por la liviana brisa que arrulla su tallo con suma sutileza...
Se desvanece mi corazón... se ahoga en su lamento. Regala su cariño en forma de amistad a la vez que guarda un hueco en su interior para su añorada flor, donde el amor envuelva con mimo su delicada figura.
Me muero por amor... se disipa mi alma entre la niebla del anhelo...
Mas no tengo miedo a morir, nunca lo tuve, y ahora menos; pues sé que entonces... en otro mundo, aún mejor que éste... tú y yo, mi bella rosa, estaremos juntos.
Datrebil
2 comentarios:
DUELE...A MI TAMBIEN ME HA DOLIDO...CUANDO HE AMADO Y NO ME HAN CORRESPONDIDO...
ESPINAS...ESPINAS SANGRANTES EN EL PECHO...SE SIENTEN CON LA INDIFERENCIA.
BESOS PARA TI,
MAR
Hola amigo, tu entrada me ha recordado a mi madre (no te asustes) es que ella que es muy romántica piensa que sí, que la gente su puede morir de amor. Yo últimamente he llegado a la conclusión de que no, no nos morimos. Primero nos duele el alma, después el corazón y luego hay momentos en los que estamos tristes o apáticos. Pero si se mira las cosas desde otro punto de vista.. porque nunca sabemos lo que nos va a pasar mañana... y lo mismo es algo bueno o muy bueno, si amanecemos todos los días sonriendo y con alegría. Quizás nos duela mucho, y mañana nos seguirá doliendo y dentro de una semana también, pero llegará el día que sin darnos cuenta nos dolerá un poco menos hasta que no nos duela.
Besitos y cuidate. Hades.
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